El Reporte de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2025 detalla el desempeño del sistema financiero en un contexto macroeconómico mixto de recuperación interna y alta incertidumbre global. Entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, los establecimientos de crédito (EC) mantuvieron una sólida posición de solvencia y liquidez, con una rentabilidad que presenta una recuperación gradual. El activo total de los EC retomó su crecimiento en el primer trimestre de 2025, después de casi dos años de contracciones reales; este aumento fue principalmente impulsado por el aumento en las inversiones, especialmente en títulos de deuda pública (TES), y una recuperación moderada en la colocación de cartera. En particular, las carteras de vivienda y de microcrédito mostraron un mayor dinamismo, mientras que el crédito comercial avanzó con un crecimiento real positivo pero bajo, y el de consumo, aunque aún se contrae, lo hace a un ritmo más moderado.
A pesar de la recuperación general, los indicadores de calidad de la cartera se mantienen en niveles históricamente elevados de morosidad, aunque mejoraron respecto al informe anterior. A su vez, se observa un leve deterioro en la cartera comercial, particularmente en los sectores de comercio y manufactura, y un impacto más pronunciado en las pequeñas y medianas empresas. Por su lado, el endeudamiento de los hogares siguió ajustándose a la baja, y sus indicadores de riesgo de crédito mejoraron. De esta manera, el sistema financiero colombiano se mostró resiliente, capaz de absorber pérdidas ante choques macroeconómicos extremos, pero con vulnerabilidades como una mayor exposición a las fluctuaciones de precios de los títulos de deuda pública y la persistencia de una morosidad elevada.
En el ámbito del riesgo de mercado, los mercados de deuda pública y privada colombianos experimentaron desvalorizaciones debido a la incertidumbre fiscal local y las tensiones geopolíticas, mientras que el mercado accionario se valorizó. Bajo este contexto, los bancos se convirtieron en los segundos mayores tenedores de TES reemplazando a los inversionistas extranjeros, cuya participación se ha concentrado más en instrumentos de corto plazo. Adicionalmente, se resalta que la gestión del fondeo estructural por parte de los EC ha sido sólida, y el riesgo de liquidez se mantiene acotado gracias a niveles adecuados de activos líquidos. De esta manera, el Banco de la República estableció que continuará monitoreando de cerca la estabilidad financiera, tomando las medidas necesarias para preservar el adecuado desempeño de la economía y asegurar la disponibilidad de crédito y liquidez.