Construyendo resiliencia en la última milla a través de pagos digitales: el caso de Café Paga
Dentro de la cadena de producción del café, los jornaleros constituyen un eslabón de alta vulnerabilidad. En general, carecen de tierra u otros activos productivos, sus niveles educativos son muy bajos y sus ingresos son pocos e irregulares. Su actividad económica principal -la recolección de café- es estacional, y por ello, deben desplazarse frecuentemente por diversas regiones del país en busca de oportunidades de trabajo, usualmente habitando en las mismas fincas donde trabajan. A pesar de estas circunstancias retadoras, la recolección de café a menudo es la única fuente de sustento económico para muchas familias de la región.
En este contexto, un shock como el generado por la pandemia del Covid-19 puede tener efectos devastadores en el bienestar de los jornaleros y sus familias.
Ecosistema Café Paga, una iniciativa desarrollada por Mastercard y Neumann Kaffee Gruppe (NKG), como parte de su estrategia de abastecimiento sostenible NKG BLOOM, e implementada en Colombia por su subsidiaria SKN Caribecafé SAS junto con Movii y Fundación Capital, tuvo como objetivo fortalecer el ecosistema de pagos digitales en la cadena de valor del café, además de facilitar el acceso y uso a productos financieros por parte de los caficultores. Dado que los jornaleros constituyen una parte muy importante dentro de la estructura de costos de los caficultores, el piloto en Colombia consideró trabajar con ellos para darles acceso al producto financiero digital, y así consolidar el ecosistema digital alrededor del caficultor. Sin embargo, Café Paga logró un efecto mucho más importante en términos de bienestar y resiliencia para esta población: gracias al producto financiero digital y a las capacidades desarrolladas a lo largo del proyecto, contaron con herramientas que les permitieron sobrellevar la crisis económica derivada de la pandemia.

Productos de depósito electrónico y billeteras digitales para promover la resiliencia financiera
Uno de los usos más frecuentes de la billetera digital, citado por los jornaleros, es la realización de transferencias entre cuentas Movii. Por sus características de movilidad y migración interna, los jornaleros usualmente requieren enviar dinero a sus familias que se encuentran en otros lugares del país. Cuando no cuentan con un producto financiero, realizan dichas transferencias típicamente a través de servicios postales o redes de giros, con tarifas que pueden alcanzar incluso el 8% para los montos más bajos. Esto afecta desproporcionadamente a los más vulnerables, quienes realizan giros de menores cuantías (y presumiblemente con mayor frecuencia, dada la irregularidad de sus ingresos). Utilizando Movii, la tarifa por transferencias entre cuentas de la billetera digital es de 0.
Lo anterior cobra especial relevancia en la coyuntura actual. Las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia han incrementado la necesidad de realizar transferencias entre los jornaleros y sus familias. Movii ha contribuido a que esto se pueda realizar con un doble beneficio; de tipo económico, al representar una opción más barata y asequible, y de tipo social, evitando desplazamientos innecesarios a sitios de giro o entidades financieras, que incrementan los riesgos de contagio.
En la misma línea, muchos jornaleros afirman también que tener Movii les ha permitido afrontar situaciones de emergencia, apalancándose en sus familias y redes sociales de apoyo. Muchos han podido pedir dinero a sus parientes que están ubicados en otras veredas y municipios, de forma rápida y segura. Esto es de gran importancia -especialmente en contextos rurales- donde el acceso a fuentes de crédito o financiación es escaso, y por ello muchos habitantes de estas zonas se ven abocados a acudir a mecanismos informales que son costosos e inseguros -como las compraventas o los prestamistas informales conocidos como los “gota a gota”-, para solventar emergencias. Así mismo, a través de Movii, los usuarios tienen acceso a un nanocrédito a través de un tercero -Presty-, que se acredita en la billetera y sirve para realizar pagos o compras. Si bien los montos de los créditos son bajos, también representan una opción valiosa en caso de situaciones inesperadas.
De forma similar, varios participantes del proyecto indicaron que han utilizado Movii como un mecanismo de ahorro, para casos de emergencia. Al depositar dinero en Movii, constituyen una pequeña reserva -que al no estar en efectivo no puede gastarse fácilmente- pero de la cual pueden valerse para resolver situaciones imprevistas de forma oportuna y con un bajo costo.
De nuevo, en un escenario de pandemia como el actual, donde se suele restringir aún más las fuentes de crédito y de servicios financieros para los más vulnerables, contar con alternativas seguras y pertinentes que permitan acceder a efectivo u obtener financiación es fundamental, y probablemente representa la diferencia entre una decisión que favorezca la resiliencia y otra que genere un detrimento en la calidad de vida personal y familiar en el mediano y largo plazo.
Por otro lado, tener una billetera digital ha sido de especial importancia en tiempos de pandemia porque ha facilitado el acceso al Ingreso Solidario, transferencia monetaria que el gobierno Colombiano está entregando a familias en situación de pobreza y vulnerabilidad para ayudarlas a suplir sus necesidades durante el periodo de aislamiento social. Este es el caso de Arcesio Samboní, uno de los participantes del proyecto: luego de asistir al Taller de Construcción de Capacidades para la Inclusión Financiera -facilitado por Fundación Capital- donde descargó y abrió Movii, don Arcesio le contó a su esposa acerca de los beneficios de la billetera digital. Ella se animó y también la descargó en su celular. Tiempo después recibió un mensaje de texto, indicándole que había sido seleccionada como beneficiaria del subsidio por Covid-19. A la fecha, la familia Samboní ha recibido tres transferencias por valor de $160,000 cada una, que han utilizado para comprar leche, pañales y otros artículos de primera necesidad para su bebé de 1 año. “Ha sido muy bueno porque no tuvimos que preocuparnos por ir a reclamar el subsidio, sino que nos llegó de una. Además, siempre dejamos un saldo ahí para una emergencia”, puntualizó don Arcesio acerca del uso de la billetera digital.
El proyecto Café Paga desarrolló capacidades y brindó acceso a un producto financiero digital de gran valor para la población rural en la última milla, sin saber que dichos procesos serían cruciales para construir la resiliencia de la población vulnerable, en el contexto actual de la pandemia por Covid-19. Esto corrobora que desarrollar ecosistemas digitales no solo tiene efectos económicos y financieros positivos, sino que dichos efectos contribuyen efectivamente a la resiliencia y bienestar de toda la población, especialmente aquella más vulnerable que está en la base de la pirámide.
